The Prestige (película)

Para conseguir el truco hará todo lo posible, sin saber hasta qué punto cambiará su vida.

Alfred Borden y Robert Angier son dos amigos de gran ambición que trabajan como magos para John Cutter.

Todas las noches son vitoreados por los espectadores al presenciar sus trucos e ilusiones de magia.

Borden parece convencer a Julia ante la reticencia de Angier y se preparan para introducir este cambio en la siguiente función.

La sorpresa de Angier al presenciar este truco desata su interés por descubrir qué secreto se esconde tras el engaño.

Como represalia, Borden responde a la picardía de su némesis saboteando su imitación del hombre transportado para dejarle en evidencia ante todo el público.

La relación clandestina entre Borden y Olivia también llega a su final porque ella está agotada de la rivalidad entre los dos magos.

Consigue infiltrarse detrás del escenario en busca de respuestas, pero descubre que Angier cae del escenario por una trampilla y acaba en un tanque de agua, ahogándose en el acto sin que pueda reaccionar y ayudarle.

Angier celebra su venganza y visita su teatro, pero es disparado por una extraña silueta que le sorprende.

Angier muere a causa del disparo y tira un farolillo prendido con aceite que provoca que el teatro empiece a arder revelando múltiples tanques de agua con un Angier ahogado en el interior de cada uno.

[5]​ La película empezó a fraguarse tras el rodaje de Memento dirigida por Christopher Nolan.

Las conversaciones se produjeron y Nolan quedó muy intrigado ante las posibilidades narrativas que ofrecía la novela.

El productor Aaron Ryder de Newmarket Films mantuvo las negociaciones oportunas para conseguir los derechos del libro.

Las numerosas escenas que suceden en el exterior recreando las calles y los edificios pertenecen al set de Universal Studios.

[12]​ Toda la banda sonora de la película fue desarrollada por el músico y compositor David Julyan.

Julyan ya había colaborado previamente como compositor en distintas obras audiovisuales con el director Christopher Nolan, como, por ejemplo, en Following, Insomnio o Memento.

Federico Marín Belón escribía en su crítica para ABC lo siguiente: "Tiene tantas virtudes que no merece la pena repasar sus errores o calibrar sus exageraciones".

La Mansión Greystone fue utilizada como lugar de rodaje para la película.