Originalmente se afirmó que el libro había sido escrito por un monje tibetano llamado Lobsang Rampa.
Investigaciones posteriores descubrieron que el autor era en realidad un hombre británico llamado Cyril Henry Hoskin (1910-1981), hijo de un plomero, quién afirmaba que su cuerpo había sido ocupado por el espíritu de un monje tibetano llamado Tuesday Lobsang Rampa.
Para ello se perfora un tercer ojo en su frente, lo que le permite ver las auras humanas y determinar las motivaciones ocultas de las personas.
Cuando fue entrevistado por la prensa británica, Hoskin (que había cambiado legalmente su nombre a Carl Kuon So en 1948) admitió ser el autor del libro.
Hoskin siempre sostuvo que sus libros eran historias reales y negó cualquier sugerencia de engaño.
Escribiendo en The Observer en mayo de 2020, David Bramwell señaló: "La historia no debería juzgar a Rampa, quien murió en 1981, con demasiada dureza.