El síndrome de China

El título hace referencia al concepto de que si el núcleo de un reactor nuclear se fundiera, estando el reactor ubicado en Estados Unidos, este teóricamente atravesaría verticalmente la Tierra hasta llegar a China (véase síndrome de China).

La compañía ha encubierto por razones económicas, que las soldaduras del reactor nuclear no están seguras.

También es consciente de que eso puede poner en peligro a todo el sur de California, si las soldaduras fallan y se rompe por ello una tubería, lo que incluso puede significar el síndrome de China, cosa que contaminaría toda esa área dejándola completamente inhabitable.

Mientras tanto también quieren reactivar el reactor otra vez después de que se haya concluido una investigación gubernamental acerca del accidente y ponerlo a plena potencia.

Luego tratan de desacreditarlo, pero Ted Spindler, una amigo suyo, se rebela y se encarga con su declaración a la prensa que ocurra ahora una investigación profunda del reactor desabaratando completamente así los planes de la empresa de volver a encubrirlo todo.

En 1976 fue presentado a Michael Douglas y tras 2 meses de deliberaciones, él finalmente, motivado por su éxito como productor en Alguien voló sobre el nido del cuco (1975), decidió hacer la producción lo más rápidamente posible.

[2]​ En esa decisión también fue apoyado por Michael Douglas, que quería introducir con ello un realismo crudo en la película.

Según El País, la película es una excelente intriga catastrofista dirigida con suma corrección por James Bridges y que se cimentó, sobre todo, en un trabajo interpretativo realmente sobresaliente.