Está al servicio del obispo Sansum, que en el monasterio es reverenciado como un santo.
La reina de Powys, Igraine, llega al monasterio a orar para concebir un niño.
El nacimiento del niño es considerado un mal presagio, pues ha nacido con un pie retorcido, y muchas voces claman que sea el hijo bastardo de Uther, Arturo, quien le suceda.
Para proteger al niño, este y su madre, la princesa Norwenna, son enviados a Ynys Wydrim, la aldea donde Merlín (que lleva años desaparecido), acogió a Derfel cuando era solo un huérfano superviviente al ataque de su aldea, propiciado por el rey Gundleus y su esbirro, el druida Tanaburs, que trató de ofrecerlo en sacrificio a los dioses sin éxito.
Sin embargo, este pacto no se cumplirá, ya que, al conocer a Ginebra, Arturo se desposará con ella en secreto y provocará la guerra que tanto trató de evitar.