es una estampa japonesa de estilo ukiyo-e del pintor Katsushika Hokusai, producida entre 1830 y 1832.
[1] A diferencia de las demás, las diez pinturas añadidas muestran al monte Fuji desde su reverso, la cara oeste.
Es habitual que Hokusai muestre al monte Fuji como un punto remoto o como el motivo principal de la escena, pero en esta ocasión, y de forma inusual, compite con otras montañas escarpadas, típicas del paisajismo chino, que aparecen más grandes y cercanas al espectador.
[2] La composición se caracteriza por las diversas olas y montañas superpuestas con texturas detalladas, pintadas con trazos rizados para profundizar la superficie rugosa.
[2] Hokusai emplea pequeños puntos blancos en las ondas del agua para refrescar la imagen.