Bárbara (Pilar Cox), su hija, mujer inteligente y jovial, se graduó en Harvard de ingeniero bioquímica, estudios que le servirán para colaborar con su padre en su nuevo cargo.
Carrasco, valiéndose de un exgánster, el Tío Nico (Julio Jung) intenta reunir la diferencia, pero una coartada lo deja en evidencia, siendo aprehendido y condenado por las autoridades.
Carrasco pide silenciar los hechos, aun cuando justificar su honestidad le parece casi imposible.
Su reclusión lo introduce en un sobrecogedor ambiente, junto a un estafador (Gonzalo Robles), un falsificador (Rodolfo Bravo) y a trúhanes y narcotraficantes, para quienes resulta impropio la compañía nocturna de un delincuente señor gerente.
La idea ha sido puesta en práctica por Úrsula Barahona (María Elena Duvauchelle), psicóloga criminalista que necesita avalar su tesis con delincuentes auténticos y temibles.