Toda la frase se refiere al argumento de la obra y significa que la condesa Diana no puede amar a Teodoro y por eso, no le deja amar ni ser amado por cualquier otra mujer.
La gran historia empieza cuando Teodoro y Marcela están hablando en la terraza del castillo de la condesa Diana en Miranda, Nápoles.
El criado al ver que tiene posibilidades con la condesa rechaza a Marcela, esta por venganza se va con Fabio.
Al ser noble, Teodoro y Diana se casan y se van con su “padre”, después de que Teodoro rechace definitivamente a Marcela, que será obligada a casarse con Fabio.
[1] Fue adaptada al cine por Yan Frid en 1977 (URSS), con Margarita Terejova, Mijaíl Boyarski y Armen Dzhijarjanian en los papeles principales.
Fue adaptada al cine por Pilar Miró en 1996, con Emma Suárez, Ana Duato y Carmelo Gómez en los papeles principales.