El niño judío

La música se debe al gran compositor Pablo Luna, el cual era famoso no solo por su gran vena melódica, sino por ser uno de los que contribuyó a refinar la zarzuela, creando bellas melodías cercanas a la opereta.

Llega Concha, la hija del dueño, de la cual está Samuel perdidamente enamorado; hablan a escondidas, ya que Jenaro no ve con buenos ojos dicho noviazgo.

Llegan a la plaza Jenaro, acompañado de un criado que ha contratado, el cual nunca está saciado; busca a Manacor y le pide información sobre Barchilón, relatándole con todo lujo de detalles sobre sus grandes riquezas.

Por otro lado, Samuel y Concha andan embelesados con el viaje disfrutando de todas sus maravillas.

Al llegar Jenaro, comentan la información dada por Manacor y la estratagema para poder convencer a Barchilón.

Entran en el salón Jenaro, llevando una carta en la que se explica todo lo relacionado con Samuel.

Ante la consternación de todos, el rajá promete darles dinero para que puedan volver a España.