Al contrario que otras obras del autor basadas en la técnica aizuri-e, esta imagen se caracteriza por sus tonos brillantes.
[1] Situada al este del monte Fuji, la región montañosa alrededor de Hakone en la provincia de Sagami,[2] que se caracteriza por picos que superan los 1200 metros, era el área más difícil para los viajeros de la carretera Tōkaidō.
Esto se debía a la preocupación del shogunato por evitar que las esposas e hijas de los daimyō escaparan de Edo, donde estaban obligadas a residir como rehenes de facto conforme a la política del sankin kōtai.
La ley requería que el daimyō pasara un año en la corte de la capital y luego un año en sus tierras, pero su familia tenía que permanecer en Edo para garantizar su lealtad.
A la derecha se observan los tejados del santuario de Hakone.