The Strange Love of Martha Ivers

Este amor será lo que le acabe alejando de la maléfica pareja y las fatales consecuencias cuyo trato pueda ocasionarle.[6]​ Desde el primer momento este proyecto fue considerado como una producción de serie A, dotándosela del adecuado presupuesto.Wallis buscaba nuevos talentos en Nueva York y Lauren Bacall le recomendó que le hiciera una prueba a quien había sido compañero suyo en la Academia Americana de Arte Dramático, que en aquellos momentos actuaba en una obra llamada The Wind Is Ninety.Cabe también comentar como detalle anecdótico la breve aparición, con un brevísimo papel, de quien más tarde sería famoso director, Blake Edwards.[6]​ Según fuentes modernas, Robert Aldrich reemplazó al asistente de dirección Dick McWhorter cuando ya se habían completado las tres cuartas partes del rodaje.[9]​ La película acaba con un final moralizador de referencia bíblica, impuesto por Wallis y rodado por Haskin.