Los personajes de los relatos viven diversos tipos de exilio, desde el extrañamiento físico y social («El renegado o un espíritu confuso», «El huésped», «La piedra que crece») hasta ese exilio personal o interior que evidencia mejor lo absurdo de la condición humana.
Estas obras de ficción cubren toda la variedad desde el existencialismo, o absurdismo, como Camus mismo insistió se llamara a sus ideas filosóficas.
Esta historia protagonizada por D'Arrast, que puede ser visto como un héroe positivo en oposición a Meursault en El extranjero.
Él activamente forma su vida y se sacrifica a sí mismo con el fin de ayudar a un amigo, en lugar de permanecer pasivo.
La calidad moral de sus acciones se intensifica por el hecho de que D'Arrast posee profundo conocimiento de lo absurdo del mundo, pero, no obstante, actúa moralmente (no muy diferente del personaje principal en "La peste").