El espejo en el espejo

En parte inspirado en la obra de su padre, Edgar Ende, pintor surrealista, al cual está dedicado.

Los treinta cuentos del volumen están llenos de una intensa carga onírica, raramente serena y casi siempre llena de angustia y sufrimiento.

El título es indicado en el índice con las primeras palabras, los cuentos del Espejo en el espejo se presentan con un confluir de diversas influencias, entre otras el onirismo, y una imposición a menudo heredada del teatro (ámbito muy frecuentado por el autor), y diversas temáticas exploradas no tanto con lucidez y rigor, sino de forma más paradójica e inconclusa: la búsqueda de la identidad, el sentido de las ocasiones perdidas, el pasar del tiempo, la muerte y la vida, el dolor y la nostalgia.

Es interesante el hecho de que hay ciertas referencias a distintas tradiciones culturales diversas: judaísmo, cristianismo, taoísmo, antigüedad clásica.

La vuelta al mito del Laberinto y del monstruo que lo habita es lo que acerca el libro a otras obras como La casa de Asterión del ya mencionado Borges, o Friedrich Dürrenmatt.