Durante la Guerra Civil, este cuadro, junto con otros del Museo del Prado, fue sometido a sucesivos traslados y finalmente fue sacado de España y trasladado a Ginebra.
Dado que la pintura se trasladaba en su bastidor (no enrollada), sufrió el impacto y se desgarró en varios trozos, de los cuales alguno no pudo reintegrarse cuando la obra fue reparada provisionalmente en el castillo de Peralada.
[3] En los estudios publicados tras la restauración se confirmó que antiguamente la obra había mostrado la inscripción «2 de mayo» en el cielo, añadida posiblemente cuando permanecía almacenada en el siglo XIX y que fue eliminada con disolventes antes de 1890.
En el cuadro, los insurgentes españoles atacan a los mamelucos, mercenarios egipcios que combaten al lado del ejército francés.
Su estilo recuerda a algunos cuadros del romanticismo francés, obras de Géricault o Delacroix.