El dios del cuenco

En pleno robo de este museo templo, Conan se ve envuelto en una investigación de asesinato cuando el cadáver estrangulado del propietario y curador del templo, Kalliano Publico, es descubierto por un vigilante nocturno.

A medida que se desarrolla la investigación de la escena del crimen, el magistrado pronto se entera mediante Promero, secretario de Público, que este había recibido de la lejana Estigia un extraño cuenco como un sarcófago que ahora se encuentra con los sellos rotos, abierto y vacío.

Entonces otro guardia entra con otro hombre que ha sido encontrado merodeando fuera del museo.

Los soldados atacan inmediatamente a Conan, y éste los hace retroceder hasta que un grito perfora el pasillo.

El joven bárbaro finalmente localiza al culpable y, consiguiendo sustraerse a su hipnótica mirada, lo decapita sin vacilar con su larga espada.