Britten musicó esta obra medieval en el año 1957 basándose en una edición de Alfred W. Pollard.
La orquesta exige un pequeño conjunto concertino formado por quinteto de cuerdas, flauta dulce, piano (a cuatro manos), órgano y timbales.
La orquesta de relleno aficionada exige cuerdas, flautas dulces, clarines, campanillas y percusión.
El público, al que Britten se refiere como la "congregación", es invitado a unirse cantando juntos en los tres himnos insertados en el texto original.
Esta obra rara vez se representa en la actualidad; en las estadísticas de Operabase aparece con sólo 7 representaciones en el período 2005-2010.