El destino de Sissi

Ella acoge con agrado la amistad políticamente valiosa del Conde Andrássy, pero cuando él confiesa que está enamorado de ella, regresa a Viena para que la relación no se vuelva demasiado íntima.Deciden irse de vacaciones a Bad Ischl, pero Sissi enferma y le diagnostican una tuberculosis posiblemente mortal.La terapia psicosomática que necesita desesperadamente aparece en la forma de su madre Ludovika, indestructiblemente positiva, que cuida con amor la enfermedad de Sissi y le devuelve el entusiasmo por la vida llevándola a paseos idílicos.En Venecia, la multitud guarda un silencio hostil durante la procesión de la pareja en una barcaza real por el Gran Canal y, a su paso, se ondean desafiantes banderas nacionalistas italianas detrás de las ventanas cerradas.Pero los emocionados italianos se derriten cuando presencian el abiertamente amoroso reencuentro entre Sissi y su pequeña hija en la Plaza de San Marcos .