El derecho a reparar

El derecho a reparar también puede aludir al movimiento social ciudadano que ejerce presión sobre sus respectivos gobiernos para la adopción de leyes que protejan el derecho a reparar.

[2]​ El derecho a reparar alude al concepto de permitir a los usuarios finales de dispositivos técnicos, electrónicos o automotrices reparar con libertad dichos productos.

Entre los aspectos notables de un producto están:[6]​ Algunas de las metas del derecho a reparar son fomentar la reparación en contraposición a la sustitución y lograr que las reparaciones sean más asequibles, de modo que se genere una economía más sostenible y se reduzcan los residuos electrónicos.

GM superó a Ford como el constructor más grande de automóviles en Estados Unidos, y la obsolescencia programada con versiones anuales de un producto se generalizó a todos los sectores de la economía estadounidense, hasta llegar a ser adoptada por Ford en 1933.

[10]​ La industria automotriz se situó a la vanguardia en la instauración del concepto de la reparación certificada.

Esto dio lugar a una demanda que sentó las bases para una legislación que otorgaría el derecho a revender artículos reparados o reacondicionados, siempre y cuando estuvieran etiquetados correctamente.

Por lo tanto, esta directriz permitió a los negocios la posibilidad de reparar aparatos para revenderlos después.

En Estados Unidos, la Ley de Derechos de Autor en la Era Digital (Digital Millennium Copyright Act) de 1998 prohíbe las reparaciones a menos que se otorgue una excepción y se ha utilizado para impedir las reparaciones a medida que el software se hacía más común en diversos dispositivos y aparatos.

En 2017, la Suprema Corte confirmó que la reventa y el reacondicionamiento de productos era legal en el caso Impression Prods, Inc.

El movimiento también fue respaldado por activistas contra el cambio climático con el objetivo de reducir los desechos electrónicos.

[2]​ Apple negó esta supuesta intención, al afirmar que el objetivo del software era evitar sobrecargar las viejas baterías de iones de litio, que se hubieran podido degradar con el tiempo y evitar así paros inesperados del teléfono.

[16]​ Asimismo, Apple permitió a los usuarios desactivar dicha función mediante una actualización de iOS, aunque desaconsejó hacerlo.

[14]​[3]​ En sus recomendaciones para el año 2021, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos amplió aún más la exención, mediante consideraciones favorables respecto al derecho a reparar para automóviles, embarcaciones, vehículos agrícolas y equipamiento médico, así como sobre modificar las normas precedentes relativas a otros bienes de consumo.

La legislación no se ocupó de otros aspectos relacionados con el derecho a reparar y los activistas señalaron que ello seguía limitando la capacidad del consumidor para realizar sus propias reparaciones.

[8]​ Igualmente, Suecia ofrece exenciones fiscales a las personas que reparan sus propios bienes.

El Plan de Acción incluía nuevas normas que contribuirían a la consecución del derecho a reparar, tales como puertos de alimentación estándar en los dispositivos móviles.

La orden ejecutiva dirigida a la FTC incluía instrucciones para elaborar normas que impidieran a los fabricantes restringir las reparaciones realizadas por propietarios o talleres independientes.

[19]​ En noviembre de 2021, Apple anunció que permitiría a los consumidores ordenar piezas y hacer reparaciones en productos Apple, inicialmente con dispositivos iPhone 12 y 13, pero finalmente al ampliar el programa se incluyó a las computadoras Mac.

Además, Apple también ha impedido que otras empresas reparen o reacondicionen sus productos sin su autorización.

Estas medidas han irritado a los consumidores, que consideran que Apple se opone al derecho de reparación [7]​ En 2022, empresas como Framework Computer, Adafruit, y Raspberry Pi, entre otros fabricantes de sistemas informáticos, empezaron a compartir modelos imprimibles en 3D para piezas de repuesto.

Dicha ley se aplicará a los dispositivos electrónicos vendidos en el estado en 2023.

[4]​ En 2023, tres profesores de comercio advirtieron que las leyes sobre el derecho a reparar, por sí solas, podrían tener consecuencias no deseadas, como incentivar a las empresas a fabricar productos más baratos y menos reparables o duraderos, o aumentar el precio de venta inicial de los productos.

El cartel Phoebus es uno de los ejemplos pioneros de obsolescencia programada para aumentar la rentabilidad.
Activistas a favor del derecho a reparar en una conferencia