Su popularidad y su espeluznante historia hacían de él un candidato excelente para un libreto de ópera, y Rubinstein elaboró un primer esbozo del libreto en que se basó Viskovátov para escribir el texto final.
[2] Rubinstein invitó a diversos músicos del grupo conocido como Los cinco, así como el crítico Vladímir Stásov a una audiencia privada de la ópera en septiembre de 1871, donde los asistentes no consideraron el trabajo favorablemente.
Su primera actuación en París fue en mayo de 1911, y los críticos consideraron que la ópera estaba anticuada.
Antón Rubinstein compuso 17 óperas y esta es la única que ha seguido interpretándose con posterioridad, siempre como una rareza.
Rubinstein muestra en su música que hizo un gran trabajo absorbiendo los estilos de otros compositores como demostraron ciertos hechos: por ejemplo, el muy weberiano uso del acorde de séptima disminuida cuando hace referencia al demonio como un diablo vivo.