En España la película fue exhibida en 1961 con el título de Los descarriados.
La película recrea libremente la historia por la cual el sacerdote católico Lorenzo Massa inspiró la creación del club San Lorenzo de Almagro, en 1908.
La película describe al barrio de Almagro de ese entonces como una zona marginal de Buenos Aires, en el que los niños se encontraban solos en la calle, expuestos a ingresar a las pandillas de delincuentes que dominaban el sector.
En ese ambiente, el padre Lorenzo (Ángel Magaña) nota que solo unas pocas ancianas asisten a su parroquia, y decide acercar a los niños a la religión, comprando una pelota de cuero (inaccesible por su precio para los niños pobres) y ofreciéndoles los terrenos de la iglesia para jugar al fútbol.
Ese proyecto cuenta con la oposición del jefe de la «patota» (Tito Alonso) de delincuentes juveniles del barrio, quien se convierte en la contrafigura moral del cura Lorenzo.