La novela se estructura, de manera muy ambigua, alrededor de la vida del protagonista, Jacob Flanders, que está presentado enteramente por las impresiones que otros personajes tienen de él, salvo en aquellas ocasiones en que se entra en su perspectiva.
Así, aunque puede decirse que el libro es ante todo un estudio de carácter y tiene poca trama o ambientación, la narrativa se construye como un vacío en lugar del personaje central, si puede decirse que la novela tiene un protagonista en el sentido tradicional del término.
No existe como una realidad concreta, sino más bien como una recopilación de memorias y sensaciones.
Su época en Londres forma una gran parte de la historia, aunque hacia el final de la novela él viaja a Italia, luego a Grecia.
Su forma experimental se ha interpretado como una progresión en el novedoso estilo de escritura que Woolf presentó en su volumen de relatos Monday or Tuesday (1921).