De la misma forma, son los implicados quienes deben determinar la acción a seguir, usualmente rechazarlo o combatirlo.Sin embargo, enfatiza Schmitt, esto no resta autonomía a la distinción amigo-enemigo sobre las demás.En sentido contrario, lo bello, lo bueno o lo rentable no son en sí mismos criterios para considerar a algo como amigo.Para Schmitt, el afán liberal de una situación desmilitarizada y despolitizada lo lleva a ver toda limitación al libre mercado, la libre competencia o la propiedad privada como una forma de violencia, mala en sí misma.Schmitt presenta este concepto en contraposición la tendencia a la despolitización del siglo XIX, en la que se pretende pensar en una economía libre (apolítica).El gran antagónico de Schmitt es su contemporáneo Leo Strauss, quien desde 1932 escribe sus críticas las cuales son retomadas por el filósofo alemán Maier Heinrich en su obra Leo Strauss y El concepto de lo político[3] Maier plantea que por razones políticas Schmitt mantuvo en reserva las motivaciones religiosas personales que determinaron su obra.[7] Maier plantea que las críticas de Strauss no fueron contestadas por Schmitt, sin embargo éste las incorporó en sus nuevas versiones, presentándolas como ideas propias.Según Maier, la crítica que Schmitt hace del liberalismo, es criticada por Strauss, en tanto la oposición amigo – enemigo, para definir lo político, no es un concepto autónomo ni de dominio con relación a otras oposiciones elementales en la ideología liberal (lo estético, lo moral, lo económico).
"El Líder protege el Derecho" Carl Schmitt (1934) en
Deutsche Juristen-Zeitung
. Importante influencia en la elevación al poder del
Nazismo