El cleptómano
[1] En lugar de llevar a los sujetos a clase para que los estudiantes puedan examinar sus características físicas, el profesor encargó a Géricault que pintase estos modelos representativos de distintos tipos de locura.El Dr. Georget apreciaba mucho la objetividad en esta serie de obras que establecía una unión entre el arte romántico y la ciencia empírica.Se está no obstante lejos del impresionismo.Al tiempo, consigue conferir dignidad a quienes, por locos, se los tenía excluidos de la sociedad,[2] a diferencia de representaciones anteriores que, en consonancia con las creencias medievales, representaban a los locos como criaturas poseídas o como grotescos bufones.La mirada vacía del cleptómano se dirige al infinito, está dentro de un mundo propio.