El cantor de Buenos Aires es una película de Argentina en blanco y negro dirigida por Julio Irigoyen según su propio guion que se estrenó el 16 de mayo de 1940 y que tuvo como protagonistas a Héctor Palacios, Antonio Podestá y Lea Conti.
Tras los pasos de una mujer un joven agricultor viaja a la ciudad y allí finaliza triunfando como cantor en una radio.
[1] El filme fue producido por una empresa dirigida por Julio Irigoyen que se caracterizaba por producir filmes clase “C” de muy bajo presupuesto y poca calidad artística, que en general eran historias con los personajes característicos de la ciudad: guapos prostitutas, cantores de tango, jugadores en oscuros cafetines, hipódromos y salones aristocráticos.
La mayoría eran películas de gauchos o típicamente porteñas, con tango o con canciones de tierra adentro.
Es dificultoso acceder a información sobre esas películas, en primer lugar porque una parte no se estrenó en Buenos Aires sino en las provincias del interior de Argentina y también en otros países de América Latina, en segundo término porque Irigoyen no conservaba los negativos y en tercer lugar por el escaso interés que tenía por ellas la prensa especializada.