En 1939 dirigió la versión sonora, que también triunfó en las salas cinematográficas del país y de Latinoamérica.
[3] Ese mismo año realizó el que según el crítico Alfredo Julio Grassi “fue el más grande triunfo de Julio Irigoyen”,[5] la versión en cine mudo del sainete Tu cuna fue un conventillo de Alberto Vacarezza, que contó en el reparto con María Esther Podestá –gran actriz teatral- y Ada Falcón –cancionista en la cumbre de la fama-.
Cuando pasa al cine sonoro, Irigoyen sigue usando los mismos métodos, y de sus películas de bajo presupuesto y calidad, algunas no se estrenan, otras se estrena en el interior del país o en países hispanoamericanos.
Alguno de sus filmes son Plegaria gaucha y La hija del viejito guardafaro.
Es dificultoso acceder a información sobre esas películas, en primer lugar porque una parte no se estrenó en Buenos Aires sino en las provincias del interior de Argentina y también en otros países de América Latina, en segundo término porque Irigoyen no conservaba los negativos y en tercer lugar por el escaso interés que tenía por ellas la prensa especializada.