Gabriela Guillén es una joven que vive con su padre, Fausto, y su hermana, Julieta.
Los tres viven como fugitivos porque Fausto, cuyo verdadero nombre es Santiago, oculta un pasado turbulento.
Sin embargo, poco después Martha fue asesinada por Adolfo Ávila, un contrabandista de diamantes.
Como Mario y Santiago también estaban involucrados en el contrabando de joyas, Adolfo los chantajeó y los obligó a hacer un trato con él para que no los denunciara a la policía, pues su intención era culparlos por la muerte de Martha.
Mario decide irse de México en cuanto pase la boda de David y Gabriela, se lo comenta a Adolfo quien decide provocarle un accidente mandado a Roberto Zarate que lo saque de la carretera, Mario y su chofer mueren, Abelardo se lo cuenta a Fausto y deciden que si se hará pasar por él en tiempo necesario hasta que acabe su contrato, diciendo que el quien viajaba con Felipe el chofer, era otra persona.