[2] La obra fue rechazada por el jurado, obteniendo un único voto que en ocasiones se le ha atribuido a Eugène Delacroix.
Dicha pintura, sin embargo, también mostraba debilidades técnicas; como por ejemplo un acabado desigual, con pinceladas visibles en algunos lugares.
Manet continuó revisando el trabajo una vez finalizado e insertó la misma figura en su pintura de 1862 conocida como El viejo músico.
El retrato original completo se redujo a tres cuartos de longitud en 1867 cuando Manet lo exhibió con otras 56 obras en una retrospectiva autofinanciada en la Exposición Universal celebrada en París, pero la amplió nuevamente en 1872 cuando vendió esta y otras 23 obras al comerciante de arte Paul Durand-Ruel.
Fue una de las primeras obras modernas agregadas a la colección en la Ny Carlsberg Glyptotek, donde todavía se conserva.