[2] La primera traducción completa al español fue publicada por la editorial argentina Dobra Robota Editora a comienzos del 2018.
Así, cuando el 11 de agosto, presentó ya una orquesta futurista de 16 intonarumori diferentes (veremos que al final hubo 27 tipos), todos con nombres onomatopéyicos según el sonido producido: aullidos, crepitación, arrugas, explosión, es decir, crepitatore, ronzatore, etc.
Según Russolo se podían “llegar a obtener treinta il ruidos diversos”.
A dicha exhibición asistieron varios futuristas (Pratella incluido), así como Igor Stravinsky, Sergei Diaghilev y Massine Léonide.
Considerados en lo cotidiano como daños colaterales de nuestra época consumista, estos deshechos invisibles y molestos se convierten en sonido-ruido bajo la batuta del futurista.