Fue conocido por su licor «penicilino» que se servía junto a un mantecado de Portillo, llamado popularmente «zapatilla».
Al tiempo que funcionaba como bar, también se realizaban exposiciones temporales en sus paredes.
Los nuevos dueños, Juan Martín y Avelina Hernández, su esposa, siguieron despachando los tradicionales licores del bar, junto a las «zapatillas».
[1][3][5] El Penicilino, junto a otros lugares vallisoletanos, aparece en la primera película dirigida por José Sacristán Soldados de plomo.
Finalmente, en 2021 el edificio fue demolido, con lo que el bar dejó de existir.