[1] Todas ellas se levantaron en lo alto de cerros desde los que tenían gran visibilidad y fácil defensa.
Se trata torres de planta cuadrangular rodeadas por un pequeños fosos o trincheras que dificultarían un posible ataque enemigo.
La trinchera exterior tiene cierta profundidad y sus muros laterales están reforzados en algunos puntos con mampostería.
Asimismo, la puerta, abierta en alto, en la última planta, a la que se accedía mediante una escalera provisional que salvaba toda la estructura del foso.
La estructura interior era de madera y hoy en día se ha perdido.