El Kinto

En 1964, Miguel Mattos formó la banda musical The Hit Fingers, integrada por: Walter Cambón (guitarra), Eduardo Da Luz (voz), Roberto Schettini (piano), Splica (Guitarra), Víctor Miglaccio (batería) y Miguel Mattos (bajo).

En 1966 cambiaron su nombre a The Knights y grabaron un disco simple con temas propios (cantados en inglés) para el sello Sondor.

[5]​ Poco tiempo después de este cambio se produjo la salida de Miguel Mattos y, en su lugar, ingresó Antonio «Lobo» Lagarde como bajista, quien ya se entendía musicalmente con Mateo tras la experiencia como trío con Galletti en los «Conciertos Beat».

El estudio contaba con un grabador analógico de dos pistas, muy limitado técnicamente, y el trabajo resultaba ser casi artesanal.

Sin embargo, Carlos Píriz decidió guardar esas cintas y este material luego permitió que se difundieran grabaciones de El Kinto que de otra manera no hubieran existido porque nunca llegaron a grabar un disco.

[8]​ En 1968 Rubén Rada fue invitado para realizar una gira con el tecladista Alberto «Mike» Dogliotti en Perú y abandonó El Kinto.

[12]​ El Kinto, en las primeras dos series, se presentó con Alfredo Vita como bajista, pues Urbano no estaba en Uruguay.

[17]​ El Kinto es reconocido como pionero en ejecutar candombe con instrumentos eléctricos, tumbadoras, batería, y, además, crear temas cantados en idioma español.

Además, mostraban una estética similar, utilizando vestimenta uniforme, tradición de la que El Kinto se alejó.

Por otra parte, si en un punto alguien no resultaba «contagiado», el enojo de Mateo podía bastar para que reaccionara, en virtud de ese mismo respeto ganado por su profesionalismo —que más tarde en su carrera solista por momentos desaparecería completamente— y sus aptitudes musicales.

[23]​ Este estímulo a la creatividad ajena, probablemente, influyó en el hecho de que varias canciones emblemáticas de El Kinto fuesen compuestas por los integrantes que por esa época daban sus primeros pasos como autores: Urbano Moraes escribiría, por ejemplo, Yo volveré por ti y Musicasión III; Walter Cambón, Suena blanca espuma, canción que posteriormente abriría el disco Musicasión 4 ½ (registro del ciclo de recitales Musicasiones); y, Chichito Cabral, que ingresaría al grupo un poco más tarde, Don Pascual, que abriría los dos álbumes restantes registrados por El Kinto: Circa 1968 y el sencillo homónimo con Ni me puedes ver de Mateo como «lado B».

[23]​ Mateo y Cabral fueron, sin proponérselo, desarrollando un estilo de percusión novedoso que constituiría un aporte importante a la música popular uruguaya: el «toco», conjunto de alternativas rítmicas caracterizadas por un golpe grave y pesado en la «caída a tierra».

[24]​[nota 1]​ La banda actuó por última vez a principios de 1970 en un baile del Club Olimpia.

Musicalmente, empezaba a interesarse por otras músicas: de la India, Medio Oriente, África y El Caribe.

Las ediciones existentes fueron recuperadas de grabaciones para algunas presentaciones en televisión en las que se hacía playback.

[8]​ Luego de disuelto el grupo, Rubén Rada, «Chichito» Cabral y «Lobito» Lagarde formaron Totem.