El Ingenio

Lo contempló asombrada y de vuelta en Lima se puso en contacto con Federico Kauffmann Doig.

Sin pérdida de tiempo, Kauffmann Doig, organizó y ejecutó, conjuntamente con Giancarlo Ligabue, dos expediciones al sitio que permitieran documentar los motivos pintados.

Una vez efectuados los estudios, el templo fue cubierto nuevamente, con el mismo material que lo había ocultado.

Lo expuesto se constata al comparar las cabezas humanas que ostentan los troncos tallados típicos del sitio arqueológico vecino de la Estaquería.

Aquí las orejas también terminan coronando la cabeza, dando a primera vista la impresión de constituir una enorme horqueta.