[1] Según Gabriele Finaldi, director de la National Gallery, la obra constituye la pintura mayor y más ambiciosa del pintor en la década de 1610.
Cuando un año después se finalizó el nuevo retablo mayor, el lienzo fue traslado a la Capilla de Santa Ana, tras comprobarse que el cuadro no cabía en el retablo realizado.
[1] Según las afirmaciones del viajero romántico inglés Richard Ford, durante la Guerra de la Independencia, el cuadro fue muy maltratado siriviendo de blanco a los fusileros franceses.
[1] Representa el momento previo a la muerte de Cristo, que se manifiesta en el cuerpo contorsionado, el rostro tomando el último aliento y mirando al cielo.
[3] Como modelos de influencia para pintar este cuadro destacan Guido Reni, cuya Crucifixión (1616) influyó en Ribera, mientras que la figura de Cristo supone una reelaboración en clave naturalista de la que realizó Miguel Ángel hacia 1541 para Vittoria Colonna.