El Águila

Los trabajos difieren en alcances y cubrimiento, pero en general, más que presentar un grupo étnico, aportan valiosa información acerca de las relaciones entre varias comunidades en el pasado, lo cual es indispensable para una buena interpretación de los vestigios arqueológicos.Eran comunes entre ellos varias características culturales, debido a su grado de desarrollo social como cacicazgos; se destaca el que cada provincia estaba controlada por un cacique mayor, que delegaba en caciques menores el mando sobre subdivisiones del territorios, permitiendo una mejor estrategia política, militar y económica.Este planteamiento abre una interesante posibilidad de estudios etnohistóricos y arqueológicos hacia el futuro.Específicamente hay referencia a Apías, Chatapas, Andica, Humbría, Ansermas, Quimbayas, Armas, Hebéjico, Ori, Caramanta, Cartama, Pozo, Pícara, Irra, Aburrá, Gorrones y Buriticá (Rodríguez, 1992).Estos datos se constituyen en fuente de primera mano, organizados en tablas para facilitar su consulta.En forma clara y sintética, el arqueólogo Carlos Armando Rodríguez presenta los resultados hasta ahora obtenidos en las distintas etapas investigativas, en su obra Tras las Huellas del Hombre Prehispánico y su Cultura en el valle del río Cauca.No solo se refiere al hombre prehispánico, sino que complementa con importantes datos correspondientes a la Época de la Conquista (Rodríguez, 1992).Posteriormente, los grupos portadores de estas culturas fueron reemplazados por otros, cuyas huellas materiales ofrecen un contraste importante frente a las anteriores (Rodríguez, 1992).Para este período se reconocen estilos cerámicos menos elaborados, pero seguramente igual de útiles a sus fabricantes y usuarios.Igualmente, los grupos pertenecientes a la cultura Guabas utilizaron instrumentos líticos, como manos de moler, metates y cinceles.Las vasijas cerámicas más comunes son de cuerpo esférico, base redondeada y dos asas macizas aplicadas horizontal o verticalmente.Para ambos períodos culturales se ha identificado la práctica textil gracias a los numerosos volantes de huso, las agujas y mantas hallados (Rodríguez, 1989, 1992).De acuerdo a las rutas trazadas en el croquis de la región del antiguo Quindío (región caucana) con indicación de los pueblos que la habitaban, estos recorrieron el territorio que hoy comprende los municipios de: Balboa, la Celia, Santuario, Belén y Apía, llegando hasta Cartama (hoy Marmato); fue cuando Jorge Robledo fundó a Anserma Viejo (Santana); y luego determina Robledo pasar a la otra banda del río, donde logra fundar a Cartago, en el mismo sitio donde está ubicada actualmente Pereira.Conocedor Robledo de la existencia del Valle de Apía, en donde sobresalía por su rebeldía un cacique llamado Tucarma, alzado en varias oportunidades, por lo cual fue considerado peligroso, entonces se dirigió a este sitio y mediante proceso, el capitán ordenó la horca.Se caracterizó por la movilización colectiva de pobladores que formaron expediciones para establecer colonias, fundar pueblos y repartir tierras.Popayán, la capital provincial, había intensificado otros productos de explotación, más cerca, en el Valle del Cauca.En el año 1870 la economía cafetera empezaba a prosperar en los departamentos de Cundinamarca y Santander pero con la guerra de los mil días estas regiones se vieron afectadas por los enfrentamientos bélicos que allí se realizaron.La tribu Quimbaya, famosa por su orfebrería y, según algunos arqueólogos, maestra en este arte en América, habitaba la vertiente izquierda de la cordillera Occidental.Por esas rutas nocturnas circulaban la Mula de tres patas, el Cura sin Cabeza, las candilejas y había que hacerse a un lado porque venían con la chirriante antorcha.Que no amanezcan con las patas cortadas, aunque las brujas les hayan enredado la crin”.La región se habitó paulatinamente por colonos que en la llamada "Guerra de los mil días", motivó a muchos hombres a desplazarse a zonas montañosas, alejadas de los centros urbanos para evitar ser reclutados y enrolados en la guerra y atraídos por el clima, la fertilidad de la tierra y por la abundante actividad "guaquera" que se desarrolló en la época.Las producciones de café ya no se plantaban en las grandes haciendas sino en pequeñas parcelas esto dio origen a una nueva organización social y productiva.-La colonización antioqueña fue parte fundamental en la expansión cafetera, una vez que el café se acomodaba bien a la economía parcelaria, no requería grandes inversiones de capital y era de fácil procesamiento además que se podía combinar con otros cultivos.Su primer Alcalde fue el señor Marcelino Echeverry Gutiérrez en ese mismo año de 1950.La droga era sacada por el río San Juan hasta las costas del Pacífico colombiano y luego, embarcada hacia Estados Unidos.Para los pobladores de El Dovio, Versalles y los otros municipios son simplemente paramilitares.Este batallón militar, junto con la Policía del Valle, fueron los responsables de varios operativos exitosos contra estas bandas.Para ellos la guerra fue cada vez más cruenta y perversa, ya que además de la pugna entre narcos, los guerrilleros -que no tenían presencia por la zona- regresó.El área destinada a la producción cafetera, con un manejo tanto tecnificado como tradicional, ocupa el 39% del territorio, con una producción aproximada de 9.000 toneladas de café pergamino seco por año, siendo esta la actividad agrícola más importante del Municipio; aunque se destacan los cultivos de plátano, morera, heliconias, flores, cacao, mora, caña panelera y lulo, los cultivos transitorios como maíz, fríjol, cítricos, frutales y hortalizas.También en esta zona existe riqueza maderera como laurel, nuquetoro (Persea rigens), yarumo, guadua, nogal, cedro y otros.
Vista de El Águila, desde la gruta de la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Vista de El Águila, desde el Polideportivo Municipal.
Iglesia La Inmaculada Concepción.
Cruce a la vereda Santa Helena (Granario), valla: Bienvenidos a El Águila
Cruce a la vereda Santa Helena (Granario), vista cafetal.