El último viaje del «Temerario»

El decadente esplendor de la vieja nave contrasta con el sucio remolcador que le precede y que, ennegrecido con su alta chimenea, agita a su paso la superficie del río.

De hecho, cuando se exhibió en la Royal Academy en 1839, el cuadro fue enmarcado con unos versos adaptados del poema de Thomas Campbell Ye Mariners of England: «The flag which braved the battle and the breeze, / No longer owns her» [La bandera que desafió a la batalla y a la brisa / ya no te pertenece].

[3]​ El autor se tomó algunas licencias para reflejar las connotaciones simbólicas que pretendía transmitir.

Se ha sugerido que el barco representa al artista mismo, con un pasado glorioso y un artista consagrado, pero que ahora asiste a su propia y humilde condición de entidad mortal.

«Para el buque de guerra sentenciado, sin duda iba a ser una noche muy larga».

[8]​ Las tonalidades cobrizas de las nubes replican el ardiente humo del remolcador, mientras que el disco claro del sol encuentra su contrapunto en la oscura boya de la esquina inferior derecha, que desde su posición en primer plano nos introduce en la escena.

Turner se había venido interesando desde mucho tiempo atrás en la aparición simultánea del sol y la luna para acentuar la idea de transición.

Detalle en el que se advierte, en primer plano, una boya y, detrás, la canoa en la que Turner se representó navegando junto a su amigo Clarkson F. Stanfield.
Grabado de James Tibbits Willmore que «corregía» la posición de la chimenea para reflejar su disposición real.