Un bar del Folies Bergère

Representa el bar del cabaré parisino Folies Bergère.

Manet presenta a una chica (Suzon) delante de un fondo vívido y típicamente impresionista, en este caso el bar cabaré de Folies Bergère.

En la obra se pueden ver reflejados en el espejo que se encuentra a las espaldas de Suzón -la camarera del local- las piernas de una trapecista, los palcos y demás detalles del sitio.

La camarera parece estar hablando con un cliente, también reflejado en el mismo espejo.

[1]​ Es importante resaltar que aunque Suzon trabajaba por aquella época en el Folies Bergère, la obra no se realizó ahí.