Elías el Joven

Vivió en el siglo IX una vida muy aventurera y fue el protagonista de repetidos altibajos.

Marchando al norte, Elías vivió en Calabria, donde en el año 884 fundó un monasterio, que más tarde recibió su nombre.

Las aventuras, las maravillas y la gran obra de evangelización que Elías había hecho en tres continentes extendieron su fama a Constantinopla, donde el emperador bizantino León VI le invitó a visitarle.

Elías, sin embargo, tenía ya setenta años, y a pesar de que había comenzado el viaje a Constantinopla, cayó enfermo y murió en Salónica, cerca de su meta.

Su compañero y amigo más fiel, el monje Daniel, le enterró en el monasterio de Monte Aulinas, en Palmi, fundada por el santo.