Practicando varias veces, la persona puede llegar a conocer el grupo correcto de músculos que hace la contracción.
No deben contraerse los músculos del abdomen, caderas o nalgas mientras hace este ejercicio.
Antes de insertar un dedo o cualquier objeto en la vagina, se debe tensar-relajar los músculos.
Se sitúan electrodos en el abdomen y a lo largo de la zona anal.
Algunos expertos ponen un sensor en el ano (para los hombres) o en la vagina para monitorizar la contracción de los músculos.
Mantener estos músculos pélvicos fuertes puede aumentar la intensidad del orgasmo.
[6][7] Existen algunos dispositivos, destinados al mercado femenino, que se ofrecen como ayuda a los ejercicios de los músculos del suelo pélvico y para mejorar el tono muscular de la pubocoxígea.
Un estudio médico en 2013 no encontró diferencia entre ejercitar el suelo pélvico con dispositivos con pesos y realizar ejercicios de Kegel sin ellos; el primero sin embargo presenta un riesgo más elevado de lesión debido a que se introduce un objeto extraño en la vagina.
Los médicos señalan que tales atribuciones no son apoyadas por investigaciones científicos, y hasta pueden ser engañosas.
[9][10] Asimismo, insertar objetos extraños en la vagina incrementa el riesgo de infecciones y puede acarrear vaginosis o síndrome tóxico.