Todos estos eran dirigidos por la nobleza regional llamada azats, donde el rey tenía poco control.
La columna vertebral del ejército parto eran los nativos catafractos iranios y los arqueros a caballo.
Una vez que el enemigo avanzara al punto del encuentro, los catafractos avanzarían hacia adelante gritando, mientras un tambor de guerra sobre un gran camello, indicaba a los jinetes montados atacar con ímpetu contra el enemigo sin cesar.
[6] Los arqueros a caballo mientras tanto, recargaban sus flechas desde camellos de suministro, y entonces retomaban la batalla.
Todas las otras tácticas, se cree están, más o menos basado en la anterior.
[8] Los partos no aplicaban otras tácticas, sólo tenían éstas como la esencia de su ejército, sumadas a la velocidad del ataque.