Como todos los ceratópsidos, tenía una batería dental compleja capaz de procesar incluso las plantas más resistentes.
Un par de espigas grandes, las terceras epiparietales, se proyectan hacia atrás desde un volante relativamente pequeño.
UU., y todos sus restos conocidos se guardan actualmente en el Museo de las Rocosas en Bozeman, Montana.
[4] El mismo año Stephen Czerkas publicó el nombre Styracosaurus makeli, en honor a Robert Makela, pero sin descripción, por lo que siguió siendo considerado inválido.
La última hipótesis es apoyada por Horner et al., donde coloca al Einiosaurus como la forma más temprana en una serie de transiciones en la cual los cuernos nasales cambian gradualmente de los bultos rugosos, como en Achelousaurus y Pachyrhinosaurus donde estos son los segundos y terceros en esta serie.
Sin importar qué hipótesis está correcta, Einiosaurus aparece ocupar una posición intermedia con respecto a la evolución de los centrosaurinos.
El cladograma presentado a continuación sigue un análisis filogenético realizado por Chiba et al.
[9] Como todos los ceratópsidos, Einiosaurus tenía una batería dental compleja capaz de procesar incluso las plantas más resistentes.
[2][4] En cambio, los chasmosaurinos, tales como Triceratops y Torosaurus, se encuentran generalmente solos, implicando que pudieron haber tenido una vida solitaria, aunque las huellas fosilizadas parecen proporcionar evidencia contraria a esto.