El efecto terapéutico se refiere a la(s) respuesta(s) después de un tratamiento de cualquier tipo, cuyos resultados se consideran útiles o favorables.
[1][2][3] Esto es cierto ya sea que el resultado fue esperado, inesperado o incluso una consecuencia no deseada.
Un efecto adverso (incluido nocebo) es lo contrario y se refiere a respuestas dañinas o no deseadas.
Ninguna diferencia inherente separa los efectos secundarios terapéuticos y no deseados; ambas respuestas son cambios conductuales/fisiológicos que ocurren como respuesta a la estrategia o al agente de tratamiento.
[2] Para maximizar los efectos terapéuticos (deseados) y minimizar los efectos secundarios (no deseados) se requiere el reconocimiento y la cuantificación del tratamiento en múltiples dimensiones.