Efecto Hawthorne

Todas estas alteraciones provocaron un aumento de la productividad durante un corto periodo.

Juntas, las mujeres trabajaron en un cuarto separado durante cinco años (1927-1932) ensamblando relés telefónicos.

En la sala de experimentación, las mujeres contaron con la presencia de un supervisor que comentaba con ellas los cambios que se iban introduciendo en el contexto laboral, y en ocasiones llevaba a la práctica sus sugerencias.

Los investigadores dedicaron cinco años al proceso de cuantificación del modo en que las diferentes variables manejadas influian en la productividad individual y grupal.

Este fenómeno se explicó aludiendo a un mecanismo natural del ser humano para adaptarse a las condiciones ambientales en aquellos casos en los que desconoce los objetivos del experimento en que está tomado parte.

El propósito del siguiente estudio fue averiguar el modo en que los incentivos económicos podrían influir en la productividad laboral.

Estas camarillas desarrollaron reglas informales de comportamiento y mecanismos para que se cumplieran.

Por su parte, Mayo mantiene que los resultados obtenidos se deben al hecho de que los trabajadores se sintieron mejor tratados, gracias a la cordialidad y el interés mostrados por los investigadores durante el transcurso del experimento, y argumenta que el objetivo del estudio se centraba en evaluar el efecto global conseguido, y no en realizar análisis individuales sobre cada trabajador.

En suma, para Mayo las manipulaciones experimentales efectuadas fueron útiles en la medida en que contribuyeron a crear un ambiente de trabajo confortable.

Vista aérea de Hawthorne Works, circa 1925