John Edward Dent (1790–1853) fue un relojero británico, famoso por sus notables relojes de gran precisión y por sus cronómetros marinos.[1] En 1814, con tan solo 24 años, ya empezaba a ser un relojero conocido: ese año suministró un Reloj Astronómico Estándar para el Almirantazgo, y al menos un cronómetro de bolsillo para la Oficina Colonial de la Expedición Africana.Ya era capaz de fabricar relojes y cronómetros por su cuenta, pero no en cantidades suficientes como para ganarse un sueldo holgado.Entre 1815 y 1829, se piensa que trabajó para distintas firmas relojeras de prestigio.[1] En 1826 entregó dos cronómetros, números 54 y 55, para ser probados en el Real Observatorio de Greenwich, donde comenzó a trabajar en 1828 examinando y reparando cronómetros, cobrando por sus servicios una elevada remuneración de 25 guineas.[2] El Astrónomo Real John Pond se refirió a Dent en una carta de 1829 como "entre los mejores trabajadores del momento".En uno de sus primeros anuncios (publicado en 1832), se podía leer: En un artículo titulado Consejos sobre Cronómetros publicado en la Revista Náutica de febrero de 1833, Dent señalaba que su cronómetro n° 633 fue enviado con otros 21 cronómetros a cargo del capitán Robert FitzRoy a bordo del HMS Beagle en 1831.Las esperanzas de Dent para tomar las riendas del negocio se vieron frustradas, y como resultado, empezó a desesperarse.La tienda exhibía relojes fabricados por Breguet –a quien Dent había conocido durante su etapa con John Roger Arnold– junto con sus propias creaciones.