Educación para la Ciudadanía en España

[1]​ A continuación se indicaban los títulos de cada bloque para Educación Primaria y Secundaria.

[5]​ Los puntos más criticados eran los que se referían a la educación sexual, la enseñanza de familias multiparentales u homosexuales mediante una visión alternativa a los valores tradicionales, y el fin "laicista y de adoctrinamiento estatal".

Por su parte el católico Foro Español de la Familia hizo un llamamiento a los padres para que "objetaran" contra la nueva asignatura.

[8]​ Sin embargo, otras asociaciones educativas de marcado carácter conservador, como la FERE, no vieron con malos ojos la medida[9]​ ya que entendían que el currículum propuesto por el gobierno no sobrepasaba la mera enseñanza de los Derechos Humanos más elementales.

En algunos colegios hubo padres que solicitaron la objeción de conciencia ante la nueva asignatura.

[12]​ Sin embargo, el gobierno sostuvo que la asignatura serviría para educar "en valores democráticos y de tolerancia".

Los que defendían esta argumentación señalaban que la educación en derechos humanos y valores democráticos era necesaria, pero esta asignatura se posicionaba con una determinada ideología en contra del derecho de los padres.

[17]​ Otros sectores[18]​[19]​[20]​[21]​ negaron estas acusaciones, y argumentaron que en los contenidos mínimos de la asignatura establecidos por los reales decretos no se encontraba ningún planteamiento ideológico ajeno al propiamente implícito en los principios positivos de la Constitución, los Derechos Humanos y las leyes democráticamente aprobadas por el Parlamento Español.

Comentaristas de Actualidad Económica, revista económica del mismo grupo que el diario El Mundo, afirmaron que en algunos manuales de la asignatura se vertían prejuicios contra los empresarios y el libre mercado.

Otros sectores de la izquierda -de los cuales el filósofo Carlos Fernández Liria fue el más visible- criticaron la asignatura y a sus promotores por ofrecer una "farsa" biempensante llamada "ciudadanía" al tiempo que colaboraban en su destrucción alentando lo que denominaban la "voracidad capitalista".

El de Baleares dictaminó que esta materia "no incide en valores religiosos sobre posiciones morales o ideológicas".

[42]​ La intervención del representante de los objetores Grégor Puppinck, director de la organización no gubernamental ECLJ (European Center for Law and Justice, Centro Europeo para la Ley y la Justicia) se encuentra disponible en vídeo.

El diario destacaba que el nuevo temario eludía la homofobia o las desigualdades sociales e incluía la denuncia del llamado "nacionalismo excluyente", además de destacar la iniciativa económica privada "en la generación de riqueza" o el respeto a la propiedad intelectual.

"En general, el nuevo diseño hace más hincapié en el respeto a los límites legales y constitucionales a los que se han de atener los ciudadanos", se afirma en el artículo.