El temprano sistema educacional probó ser difícil de manejar y se encontró con una considerable oposición.
Estas últimas convenientemente al servicio del nuevo gobierno Meiji.
La escuela primaria se volvió obligatoria desde 1872, y pretendía crear individuos leales al Emperador.
El plan de estudios se centró en la educación moral (principalmente para inculcar el patriotismo), matemáticas, lectura y escritura, composición, caligrafía japonesa, historia de Japón, geografía, ciencia, dibujo, canto y educación física.
El Consejo además introdujo subsidios para familias de escaso nivel social incapaces de costear el ingreso a la educación obligatoria, y abogó por un mayor énfasis en la educación moral.
El Nuevo Movimiento Educacional (新教育運動) llevó a que los sindicatos de maestros y los estudiantes se movilizaran y protestaran en contra del plan de estudios nacionalista.
El Decreto Imperial para soldados y marineros se convirtió en una lectura obligatoria para los estudiantes de esta época.
Se alentó a los ciegos para seguir vocaciones como masaje, acupuntura, terapia física y afinación de pianos.
Las Escuelas de Juventud también impartían clases vespertinas para hombres y mujeres que trabajan durante el día.
Libros de texto como Kokutai no Hongi se volvieron una lectura obligatoria.