[1][2] Debido a un envenenamiento masivo ocurrido el año anterior con la misma sustancia y que dejó ciento setenta muertos,[3] Arias remitió una denuncia al Ministerio de Salud que derivó en el retiro del producto en Panamá y una alerta sanitaria en treinta y cuatro países del mundo, donde fueron descubiertas más pastas dentales con dicho ingrediente.
[2] En Canadá se encontraron veinticuatro marcas de pastas contaminadas y en Nueva Zelanda encontraron dieciséis, mientras que en Japón decomisaron veinte millones de unidades.
[2] La presencia de pastas dentales contaminadas se extendió por treinta y cuatro países del mundo.
[2] Tras la publicación del New York Times el 1 de octubre, Arias recibió atención mediática nacional[5] e internacional, siendo reconocido como ciudadano ilustre de la capital panameña[1] y luego como una de las veinticinco «personas que importan» del 2007 según la revista Time.
[1] No fue hasta 2016 que el gobierno nacional le aumentó su salario y le otorgó una vivienda propia a través del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial.