que había regresado a Panamá en 1979 después de vivir en el exilio durante tres años en los Estados Unidos.
Durante el régimen militar, La Prensa fue cerrado, censurado y destruido varias veces.
Además, los políticos electos o funcionarios del gobierno no pueden servir en el consejo de administración.
El periódico también se creó para que sus empleados tuvieran una participación en la empresa.
Hoy en día, el periódico es parte de un conglomerado editorial más grande, Corporación La Prensa, SA (Corprensa).
En 2007, el periódico inició una sección de idioma inglés en colaboración con la edición internacional del Miami Herald.
Esta asociación se disolvió en 2008, y el papel comenzó a publicar su sección de idioma inglés en su sitio web.
Eisenmann fue invitado por la Universidad de Harvard para convertirse en un Nieman Fellow en el periodismo durante su exilio.
Durante nueve días, el periódico fue censurado, con un 80 por ciento de su contenido en blanco.
En los años posteriores a la detención y posterior condena de Manuel Antonio Noriega, La Prensa, forma una unidad de investigación para informar sobre los crímenes que se cometieron durante la dictadura.
En 2001 contrata peruana nacida el periodista de investigación Gustavo Gorriti como Editor Asociado.
Algunos meses más tarde, él también se convierte en redactor jefe del diario La Prensa.
En 2009, el documento se imprime una serie de historias que alegan expresidente Pérez Balladares utilizan empresas ficticias para ocultar los ingresos de los casinos que recibieron licencias bajo su administración.
El presidente es acusado y puesto bajo arresto domiciliario, la primera vez que un expresidente se ha enfrentado a cargos relacionados con la corrupción en la historia del país.