La caída de Machado en 1933, marcó el final de su labor periodística; en esa época marchó a Italia y como cónsul del gobierno cubano llegó a Milán.
Luego de volver a Cuba en 1954, produjo notablemente en cantidad y calidad pequeñas joyas, que exhibió en numerosas muestras; entre ellas una retrospectiva en la Galería de La Habana, 1964.
En 1957 expuso por primera vez en una muestra colectiva durante la IV Bienal de São Paulo, realizada en el Parque do Ibirapuera de Sâo Paulo, Brasil.
En 1981 se celebró una Exposición homenaje a Eduardo Abela durante la II Bienal Internacional de Humorismo, celebrada en la Galería Eduardo Abela, en San Antonio de los Baños, La Habana.
Recientemente en estudios realizado por la Respetable, Benemérita y Centenaria Logia Luz de Ariguanabo n.º 20, se demostró la afiliacion masónica de este destacado caricaturista.