Editorial Alpina

[4]​[5]​[6]​[7]​ También ha integrado las nuevas tecnologías digilates desde 1996, tanto por la redacción como por el uso de los mapas en formato electrónico.

La colaboración con personas locales permanece indispensable para recuperar y conservar un patrimonio toponímico que con los años habría quedado olvidado.

Desde el inicio respetó los topónimos en catalán y corrigió los mapas oficiales, aunque tuvo problemas legales bajo la dictadura franquista.

GSLL podía continuar utilizando la marca Editorial Alpina que era propiedad suya.

En 2001 firmó un convenio de colaboración con la empresa Geo/Estel, una alianza entre la Gran Enciclopèdia Catalana y la ICC.