[11] La competición para urbanizar la parcela fue ganada por el arquitecto Terry Farrell, cuya propuesta original consistía en un pueblo urbano.
El edificio había sido vendido por 130 millones de libras en 1989, y estaba previsto que la construcción durara tres años, con John Laing como contratista.
[12] En 1988 la primera ministra Margaret Thatcher aprobó la compra del nuevo edificio para el SIS.
[13][14] Las numerosas capas en las que está dispuesta la sede del MI6 crean sesenta azoteas distintas.
[22] Tras el ataque, Alan Judd se refirió en The Daily Telegraph a los detractores que querían una presencia menos visible del SIS, escribiendo que «ambos lados del debate de Whitehall podrían utilizar el ataque para defender sus ideas: por un lado, el perfil del edificio lo hizo un objetivo obvio; por otro lado, se ha demostrado que es necesaria una sede con una costosa protección de seguridad».
El efecto de esto fue convertir en un delito criminal específico que una persona allanara el recinto.
Su sede en Vauxhall lucía algunas discretas filas de adornos con banderas, pero sus balcones permanecieron vacíos».
Se podría interpretar de manera igualmente plausible como un templo maya o como una ruidosa pieza de maquinaria art déco», y añadió que lo más impresionante del diseño de Farrell era que no se había «encerrado en una única idea» ya que el edificio «crece y se desarrolla según te mueves a su alrededor».
[32] En su Guide to London's Contemporary Architecture de 2014, Kenneth Allinson y Victoria Thornton escribieron que «algunos ven este edificio como el más controlado y maduro de Farrell: posee un rico repertorio, sin duda, pero no una cacofonía de elementos retóricos, ni carentes del virtuosismo inconsciente que puede inspirar y excitar.
Los numerosos críticos y oponentes de Farrell lo considerarían una pesadilla: una fortaleza de un servicio secreto, proporcionada por un especulador privado, diseñada por un populista confeso y situada en un lugar muy visible junto al río.
[11] En Vauxhall Cross se realizó un estreno especial de The World Is Not Enough solo para los empleados del MI6, que aplaudieron cuando su sede fue destruida en la película.