Una vez finalizadas las obras, en 1897, todas las dependencias de la Diputación fueron trasladadas a este nuevo lugar.
[1] Constituye un edificio notable de la ciudad, ya que es muy visible dentro de la silueta urbana y se encuentra encima de las escaleras mecánicas del Parque Recaredo, que dan acceso al casco histórico.
El planteamiento general es muy sencillo: una base de cuatro grandes crujías, que configuran el rectángulo, cuyo encuentro da lugar a cuatro torres angulares.
En la fachada principal destaca el cuerpo central, con escalinata, almohadillado, columnas de un indefinido orden, muy dentro del estilo de Villajos, y un remate con el escudo imperial.
Los materiales, piedra y ladrillo, se dejaron vistos, frente a la tendencia, muy sostenida en su obra, de cubrir los paramentos con molduras y originales relieves en yeso.